Tocata y fuga BWV 565 en Re menor de J. S. Bach

En la música instrumental del Barroco, la suite, la sonata y el concerto son las formas instrumentales más importantes. Sin embargo, hay una gran variedad de géneros menores, algunos de los cuales vienen de una época anterior, entre las que destacan las piezas improvisadas para teclado; en concreto, órgano y clave.


Las denominaciones de cada una de estas piezas de estilo improvisado varían: en su origen, el intérprete se sentaba frente al instrumento con teclado e improvisaba, produciendo una obra de estructura libre. Hay muchos nombres: tocatta, fantasía, preludio, ricercare... Fue práctica habitual ir agrupando estas piezas junto a otras más estructuradas. Por ejemplo, algunas suites empiezan con un preludio o una tocatta.

Pedalera de un órgano
 

La Tocata y fuga BWV 565 en Re menor de J. S. Bach es un ejemplo de esta posibilidad: la tocata y la fuga están yuxtapuestas: termina la tocata y directamente empieza la fuga. Lo único que tienen en común, a grandes rasgos, es la tonalidad, Re menor. Es una obra compuesta para órgano con pedalera. La escritura de obras para este instrumento se realiza con tres pentagramas: dos para el o los teclados manuales y otro pentagrama para el teclado de pedalera, que se toca con los pies.

Un órgano presenta varios registros, que son conjuntos de tubos con una sonoridad determinada cuyo uso se controla mediante unos tiradores en la consola del órgano. El uso de los registros se dejaba a gusto del intérprete.


Un órgano presenta varios teclados, a los que se corresponden distintos registros. De esta forma, el intérprete puede activar antes de su interpretación los registros que quiere para tener distintas sonoridades y, después, sólo tendrá que cambiar de teclado para conseguirlas.

La Tocata es una obra libre (sin una estructura fija), a modo de preludio de la fuga. Comienza con un material musical repetido tres veces, cada vez una octava más grave. Después, es una sucesión de pasajes separados entre ellos por cadencias. Cada uno de estos pasajes parece tener una característica propia, repitiéndose algunos de ellos (también cambiándolos de octava) y, dentro de cada uno de los pasajes, presentando el mismo material a diferentes alturas. Se produce sensación de movimiento entre las cadencias gracias al uso de tresillos de semicorcheas y de la repetición.


Consola de un órgano con cuatro teclados manuales.





Una fuga es una composición típicamente barroca, polifónica, basada en el contrapunto entre varias voces a igualdad de importancia. Es la culminación del uso del contrapunto. Presenta un tema (o sujeto), ocasionalmente acompañado de otro tema llamado contrasujeto, de carácter diferenciado, para dar mayor riqueza a la obra. Se pueden distinguir algunas secciones en una fuga, como son:
  • La exposición, donde el sujeto es presentado en cada una de las voces. El comienzo de la fuga es característico: por lo general, las diferentes voces entran consecutivamente con el sujeto. Si hay tres voces distintas, se dice que se trata de una "fuga a tres voces". Precisamente es esto lo que quizá da nombre al género: parece que las voces "se fugan" unas de las otras.

  • La sección central de la fuga es más libre. En ella se pueden distinguir episodios, que son los fragmentos en los que aparece el tema de la fuga variado, en las distintas voces. También pueden aparecer entradas falsas, que se producen cuando en una voz empieza el sujeto, pero no termina. Las entradas falsas suelen estar asociadas a la aparición de alguna célula del comienzo del sujeto, que luego aparece repetitivamente como recordatorio. Los estrechos se producen cuando el tema aparece consecutivamente en las distintas voces muy rápidamente.

  • El final de la fuga se produce con una sucesión de acordes, notas mantenidas en la pedalera (llamadas "notas pedales"), retardos entre las voces... para terminar con una cadencia, habitualmente usando una Tercera de Picardía (terminar una obra en tonalidad menor con el acorde de tónica en modo mayor).
La fuga de la Tocata y fuga en Re menor es una fuga a cuatro voces que utiliza un único sujeto. Este sujeto es muy característico: está hecho únicamente con semicorcheas y se puede ver, en realidad, como dos líneas melódicas independientes: una nota tenida (La, siempre a contratiempo) y otra línea melódica que se mueve por grados conjuntos salvo por un salto.

La exposición no es completa: sólo aparece el tema en dos voces antes de que empiece su variación. La tercera voz empieza mucho más tarde con el tema y la cuarta más tarde aún, con el tema en la pedalera. Tiene uno de los finales, a mi gusto, más impresionantes y bonitos de la Historia de la Música, gracias a los retardos entre las voces.

La Tocata y fuga en Re menor fue compuesta por J. S. Bach entre los años 1703 y 1707. Es una obra con mucha fama y ha sido utilizada en numerosas ocasiones; por ejemplo, en bandas sonoras de películas.

Se pueden encontrar varios vídeos en los que ver la interpretación de esta obra:
  • El vídeo que empleo en mis clases, en el que se ve un precioso órgano, cómo el intérprete utiliza los tres teclados para aprovecharse de distintos registros y así crear distintas sonoridades, cómo el teclado inferior está acoplado al central (de tal forma que cuando se presiona una tecla en el central se presiona la misma en el inferior), cómo se toca la pedalera, el conjunto de registros...

  • Un excelente vídeo en el que hay una representación gráfica de la obra: aparecen las notas representadas con rectángulos de color, que se iluminan cuando están siendo interpretadas. Nos permite ver el trazado de la línea melódica, los retardos en los acordes, las cadencias... y, lo más interesante, cada voz de la fuga está representada con un color distinto.

  • Un vídeo con una interpretación diferente (con abundantes paradas, cadencias forzadas...) pero que permite ver cómo el intérprete cambia de registro durante la interpretación y cómo hay teclados con las teclas acopladas a distancia de octava.

  • Otro vídeo con la cámara fija enfocando perfectamente la pedalera y los tres teclados, con interpretación de Aarnoud de Groen. Es muy divertido ver cómo cambia rápidamente la configuración de registros entre la tocata y la fuga.

  • Como es una obra famosísima, por supuesto, ha tenido multitud de covers. Vanessa Mae nos ofrece un vídeo con una adaptación para violín, órgano, orquesta... Realmente divertido y diferente.

  • En este vídeo tenemos una interpretación por un quinteto de metales.
Por cierto, las letras BWV, que suelen acompañar a los nombres de las obras de J. S. Bach, y que no son una marca de coches, como me dijo un alumno una vez, son el acrónimo de Bach-Werke-Verzeichnis (Catálogo de las obras de Bach). Este catálogo fue realizado por Wolfgang Schmieder en 1950.

Si alguien quiere hacer alguna aportación, ¡que no dude en escribir un comentario!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ecco mormorar l'onde